sábado, 8 de diciembre de 2007

La enfermedad puede ser un comienzo.


Lo del comienzo en la enfermedad no lo digo por algún motivo oculto o filosófico. Simplemente empiezo a escribir aquí estando enfermo, encerrado en casa. Cuando se esta enfermo uno se convierte en un espectador pasivo de la falibilidad del cuerpo, de su delicada estructura. El deseo cambia y se vuelve mas sórdido y egoísta. Supongo que es una extraña manera de buscar culpables por toda esta serie de incomodidades e inconvenientes que acarrea la enfermedad. Pero me olvido de decir qué hago aquí... Ni idea, no lo sé. Tal vez recordar lo que era escribir, abrir la canaleta que conduce el pensamiento desde el encierro permanente del Yo hasta la mano y desde ahí a cualquier parte. Ejercer la morbosa impudicia del escritor.

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