viernes, 22 de mayo de 2009

Tribunal de la conciencia.

Voy a declararme culpable. Aunque tenga que admitir que es una culpa sin crimen. Un lento suceder de circunstancias, un manojo de hechos que con su gravedad me empujan hacia este encierro. Una condena a medida, perfecta su lógica y bella su geometría. Con el agravante de la nocturnidad y la poesía. Alguien como yo en la misma situación siempre deberá escoger qué salvar, o su libertad, o su felicidad. Y sinceramente una vez tomada la decisión me es imposible discernir qué hubiera sido de escoger la otra opción. Por eso, voy a declararme culpable aunque no haya crimen, para honrar al optimismo y darle una oportunidad a las cosas para que estén tan mal sin haber hecho otra cosa que ser yo mismo.

lunes, 18 de mayo de 2009

Habla el polvo.

Nada será mañana que no sea tarde o temprano ayer.

domingo, 17 de mayo de 2009

Astrología.

Voy a tomarme un café.
Es tarde. Pero solo ese tarde que emana del cansancio del día.
Hoy ha tocado renovarse, respirar un poco el aroma del aire. Navegar silenciosamente entre las pieles. Olvidar un poco esa majadería del uno mismo y evadirse en las esquinas de la música paseando por la curva geometría del alcohol. Hilar palabras con otras bocas y asomarse a los ojos para ver la luz de otros hogares. Alguien me habla de los símbolos, de su fuerza y no puedo dejar de pensar que yo solo veo en todos lados simulacros, atavismos que se repiten y una ingente mercadería de fetiches sin historia.
Que no me digan ahora que los astros ponen orden en todo esto.