sábado, 8 de marzo de 2008

Ante el Espejo.

...será por eso que el árbol se arroja raíz abajo por los acantilados de la sed, apuñalando la tierra, removiendo la silenciosa oscuridad del barro y elevarse así en la bóveda del aire en orgulloso silencio...

domingo, 2 de marzo de 2008

Ya no te necesito.

Tal vez sea una manera de liberarme este descenso. Hacerse fuerte con duras pruebas cada vez más retorcidas, más oscuras…más incomprensibles. Desnudo entregarse a la rabia de los colmillos de la soledad. Ofrecer cada vez más al tribuno invisible de la culpa y de los errores cometidos. Pensar… respetar la vida elegida y honrar a los que permanecen a mi lado regalándome aquello que les falta. Ser fuerte y presa del deseo una y otra vez. ¿Qué podrías darme tú que ya no sea mío? Esta todo aquí, camina conmigo. Tatuado en la piel de mi tiempo, en estas palabras y en esta tristeza nocturna. Tu cuerpo fue mío y vuelve a ser mío en otros cuerpos que se entregan como se entregó el tuyo. De eso se trata, de rendirse al deseo y buscar el amor en la carne del beso. Y cuando el placer se acaba despertar al día sin el amor en ninguna parte y llorar en las ruinas de un cuerpo desnudo que queda en la cama igual de silencioso que yo, igual de perdido en sus sueños que yo. Seguiré aquí, dando vueltas en este laberinto, a ver que me encuentro.