miércoles, 12 de diciembre de 2007

Entre hojas de morera duermen blancas y viscosas las futuras mariposas




A veces es difícil imaginarse el futuro. Aunque estemos acostumbrados al juego de proyectarnos en el futuro para satisfacer parcialmente nuestra necesidad de cambio hay momentos en los que no podemos evitar sentir miedo ante lo que nos espera. El resultado del cambio permanece opaco a nuestra visión y no podemos dejar de sentir un poco de ansiedad. Un nuevo trabajo, una mudanza, un viaje, una ruptura... Cuando las cosas se desmoronan a mi alrededor intento pensar que es producto de un cambio que esta por acontecer. Siempre recuerdo en esos momentos un refrán chino no sé si de Lao Tze o de Confucio pero seguro que es una frase de uno de estos tipos sabios de ojos rasgados que de vez en cuando sueltan esas frases tan estupendas y que nos dan ganas de apuntarnos a Tai Chi, el refrán dice algo así: "El mundo de la mariposa ni siquiera es soñado por la oruga". Estas últimas semanas ando oruganeando y tal vez con todas estas palabras que voy depositando aquí vaya tejiendo mi crisálida de rencor y resentimiento.




Hace tiempo dije:




.....A pesar de todo sigue sonando la música lenta de los días mansos, después de que la noche en su vientre frío de sábanas vacías susurre nombres extraños a mi oído distraído. El cuerpo sin protesta responde tibio y obediente arrastrándose hasta las calles preñadas de sol, prisa y tubos de escape. Rostros tensados como arcos hacia las futuras sonrisas dejan en mi cuerpo la cicatriz de su silencio y de su abandono quitándome el aire y el lugar. Qué puedo hacer si sólo quiero llegar al siguiente café sin recordar que te recuerdo, sin sentir que siento tu abandono. Cómo hacer que el día de tu partida deje de ser ayer, hoy y la próxima semana. Cómo hacer para poner bozal a tu ausencia. Cómo hacer aunque el cuerpo responda tibio y obediente al compás de la música lenta de los días mansos para cerrar de una vez la maleta y huir de esta vida sin ti...

1 comentario:

Turandot dijo...

Bueno parece que estoy en el momento exacto de la conversión, Después de un largo periodo como oruga, me están comenzando a salir alitas. Sólo espero que no llegue algún niño hijoputa y me atrape con su cazamariposas.

Me gusta lo que escribes, y cómo lo haces.