domingo, 23 de agosto de 2009

Flor de verano

Extraño... No, no sueño.La luz de tu voz aun reposa dentro de mi como un firmamento dentro del cuerpo. Tu nombre gira en mi boca y cualquiera diría que es tan sólo una palabra pero yo siento en mis labios como si acariciara pétalos de una flor de verano.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Renombramos a las personas que amamos. Les damos un nombre "propio" que cobra un nuevo sentido, íntimo y único. Un nombre que sólo cada uno conoce: irrepetible. Y ese nombre, lo "rumiamos" como una lenta letanía.
En la tristeza, más que convocar el recuerdo vívido, lo invocamos.
Es muy hermoso lo que has escrito, caballero triste.
La Folie.

Javier Chávez dijo...

Gracias La Folie por tu comentario y por el cumplido.

Es cierto que el recuerdo no evoca tan sólo sino que tambien invoca y trae de nuevo al presente todo lo que conlleva una palabra o un nombre pero no lo hace únicamente en la trizteza. Tambien en la alegria o en la serenidad el recuerdo nos llena y abre el camino a la sonrisa o al placer.
Un saludo