miércoles, 2 de septiembre de 2009

Reloj de arena

La arena del tiempo
en su lento goteo
eleva constante
la serena montaña del olvido.
Nada es inaccesible
a la sutil paciencia del agua
y la ligereza de la mirada
la muralla destruir puede.
Es con palabras
unas sobre otras
como se edifican los sueños
y no hay desierto tan extenso
que no contega oasis
ni silencio tan solemne
que no pueda despertar una sonrisa.

2 comentarios:

Prof. Dr. Dr. H. C. Katharina von Müllentsorgung dijo...

Sonrisas y tiempo es lo que necesito. ¿Tienes algún truco?

Javier Chávez dijo...

De tiempo siempre se dispone, es la prisa la que nos duele. Y para recoger sonrisas sólo has de encontrar primero la tuya propia.