jueves, 30 de diciembre de 2010
Déjame decir
Que no todo esta perdido y aun quedan monedas en los bolsillos.
Tal vez mañana o en la próxima hora encuentre el coraje,
la fuerza que encamine mis pasos
lejos de un silencio que se vuelve insoportable.
Déjame decir que lo siento.
Éste dolor huérfano que me persigue.
El atropello de las palabras sin voz, sin destino.
El ahora vacío arrastrando las horas y los días
de una ruta incierta sobre un mapa desconocido.
domingo, 26 de diciembre de 2010
sábado, 11 de diciembre de 2010
No será
ni el lecho caliente de la joven esposa.
No será la casa, el hogar que espera tras la dura jornada
ni el plato caliente bajo un techo de sueños conseguidos.
No seré el hombre que te prometiste y mereces
ni el refugio a prueba de todas las lluvias en las tormentas venideras.
Todo eso ya esta perdido, el brazo fuerte,
la mirada encendida del amor que se sabe con futuro,
el campo vacío esperando al arado de los besos y las caricias.
Sin embargo...
Aquí estamos en el camino a ninguna parte
el uno al lado del otro
destruidos, desmembrados. Malogrados pero vivos.
y todo eso que algunos podrían llamar derrota
es lo que te hace hermosa.
Qué sería de los náufragos sin el sueño de una balsa.
Si tomas mi mano...
Si tan sólo me acompañas en este instante del ahora.
Tal vez podamos aun soñar con lo que no será.
jueves, 23 de septiembre de 2010
En este día
"Ocurra lo que ocurra, aun en el día mas borrascoso, las horas y el tiempo pasan."
William Shakespeare
Me acompaña en este día la música
que lentamente fluye desde un sueño informe
sobre la telaraña de los electrones.
Me acompaña mi voz
involuntario sonido que al despertar, desde su extremo
me recuerda dónde dejé plegado el pensamiento.
Me acompaña este día el cuerpo
que cansado y rebelde se incorpora
y como cada día me arrastra dentro de la arena de los momentos.
Me acompaña la ilusión del movimiento y la certeza idiota
de que ser honesto construye mi paraíso.
Me acompañan los muertos que aunque lleguen tarde
no olvidan su cita mendigando ese pedazo de redención
que el tiempo me niega con el silencio de su mandíbula.
Me acompaña en este día la geometría simétrica
de las estaciones y el perpetuo movimiento de los astros
jugando juntos en mi cabeza a dar sentido al algebra de los años.
Me acompaña también en este día como en muchos
el abandono, que lentamente llena su saco de mentiras y tedio,
de pasados perdidos y futuros imposibles.
Pero hoy cuando cruzo el marco de esta hora, arrastrándome al cauce de la noche
buscando el secreto oculto que espera
para que este día sea y no otro,
me acompaña tu ausencia y es ella la que mas pesa.
Tal vez este día sin ti no sea.
El cielo es azul
El cielo es azul
y la isla se mueve con su tectónica parsimonia.
La ciudad bajo el sol del mediodía bulle
sin ser consciente de que navega en el océano
siguiendo el destino incierto de los continentes.
Las calles crecen con los años
a lo largo de tierras que ningún árbol reclama
y hacia lo alto
crecen los edificios totémicos de los sueños de los hombres.
Arañar el mundo, dibujarlo con cemento y acero
conquistando el aire y el tiempo.
Ocultar todo lo incomprensible
bajo una geometría perdurable.
Pero hoy no busco consuelo en visiones de hombres,
hoy mi mente es una serpiente de fuego
que recorre las esquinas buscándote.
Sé que estas ahí en alguna parte de este puzzle
desordenado de horas y espacios,
fragmentada en el recuerdo y en los anhelos.
Debo reunir los pedazos que penden de tu nombre,
restaurar la fuente de nuestro río clandestino
para navegar una vez más en la pendiente del gozo
y sumergirte en la corriente del silencio.
Esta noche debe pertenecernos
para poder cambiarnos la piel el uno al otro,
confundirnos sin miedo en nuestros cuerpos,
que no haya labios para que pueda nacer el beso,
que no haya manos para que pueda crecer la caricia,
que la piel se consuma y ya nunca más estemos desnudos
el uno delante del otro.
Esta noche debe pertenecernos
para que podamos abandonarnos cada uno en su rincón
y el placer no necesite para desplomarse como lluvia de nosotros.
Sólo poder estar sin excusa,
sin motivo y en silencio
confundidos el uno en el otro
dejando que el tiempo gire su reloj
y las olas rompan dibujando sus playas,
dejar que la isla navegue
a donde ella quiera
sin importarnos adonde nos lleva.
Abandonados a nuestra suerte
y seguros
de que ese momento que hemos robado de un sueño
es nuestro
y nadie lo podrá arrebatar.
domingo, 15 de agosto de 2010
El silencio de las huellas
sábado, 31 de julio de 2010
sábado, 10 de julio de 2010
sábado, 8 de mayo de 2010
miércoles, 5 de mayo de 2010
Faro de Punta de Abona
lunes, 3 de mayo de 2010
Plegaria
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghdl4-xCLz9o2Q5sFDk4iR2m08BwKQ3AZpzOaH0rI30b7pvdXe_SQWqOJGmSfVLmosGTnEjHs5YabLgTAsoznICQSgOYZNWi_w4_5vlu4yWD8qcQXB9aljnQIzhnXqLiWMmRs6HEnmMDfO/s400/Lagarto.jpg)
No a la post vida, ni en cielo ni en infierno.
No a que me absorba cualquier divinidad.
No a un más allá, ni aun siendo el paraíso
reservado a islamitas, con beldades
que un libro garantiza siempre vírgenes.
Porque esos son los juegos para ingenuos
en que mi agnosticismo nunca apuesta.
Mi envite es al no ser. A lo seguro.
Rechaza otro existir, tras consumida
mi ración de este guiso indigerible.
Otra vez, no. Una vez ya es demasiado.
Jose Maria Fonollosa
Desciende manto de la inconsciencia
sobre estos momentos que no quiero vivir.
Aunque quiera engañarme cada día
con las mieles de la primavera
no dejes que mi brújula siga ese rumbo
que los caminos despejados bajo el sol
sólo guardan abismos en cada paso.
Déjame en el bosque
entre los helechos y la niebla tras el atardecer
para descansar en el arrullo del musgo
y olvidar que una vez hubo un día
que traía ese nombre prendido a sus horas.
Deja que la sangre se enfríe
que el corazón lata mas despacio.
Hasta que la niebla del mundo sea tu hogar.
No te detengas, no tengas miedo
en la piel del reptil brilla la verdadera luz del mundo.
miércoles, 28 de abril de 2010
El orden de las cosas
Por eso, a veces, aquello que en el pasado perdimos luchando en todas las trincheras se nos ofrece una tarde inesperada sin esfuerzo. El cuerpo con el que soñamos largamente despierta un día a nuestro lado y aquella voz que perdimos con dolor nos da los buenos días. O tal vez no pero con el tiempo se aprende que no hay orden de las cosas y siempre en cada momento hay lugar para la esperanza.